Con la apertura de la “Política de los Acuerdos”, que encontramos en la base de lo que muchos insisten en llamar “democracia”, se abre un camino para que las presiones de un grupo de poder, impida al grupo elegido para ejercer la autoridad, promover las ideas que le llevaron a ese sitial de privilegio, por medio de las elecciones. Esto se encuentra en el origen de los gobiernos de
Rememoremos: Las movilizaciones estudiantiles de 2006, alcanzaron una gran magnitud, producto de lo cual el Estado se vió sobrepasado. Debido al bajo nivel ideológico que expresó, se utilizó la primera herramienta, se “institucionalizó”, convocando a una “mesa de diálogo”. Para conseguir la instauración de los resultados, se utiliza el segundo paso, y por medio de una “Política de Acuerdo” se procede a generar
En ambas, LOCE y LGE, se tiene como base
De acuerdo a lo anterior, impedir la promulgación de la nueva ley de educación, no es un retroceso es, mejor dicho, una defensa de la educación. Terminar con el lucro de las instituciones educacionales, permitir el libre acceso, propugnar mejores estándares de educación y, finalmente, llevar a una igualdad entre los educandos.
Para llevar a este camino es necesario no seguir los mismos medios de presión que se han llevado hasta aquí, y que terminan por caer ante la represión o ante los pasos de resolución de conflictos del Estado, es preciso dar paso al debate abierto, sin caretas de todos los sectores, ampliar la discusión a todos los individuos, informar de forma clara y sin dirigencias. Es necesario, en suma, de la participación ciudadana. Estar por un movimiento incluyente, no excluyente, es decir, aumentar las cuotas de democracia.
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